El té matcha es una bebida tradicional japonesa que ha ganado popularidad en todo el mundo gracias a sus numerosos beneficios.
Se elabora a partir de hojas de té que se han molido finamente en polvo. Este polvo se disuelve en agua caliente, lo que resulta en una bebida suave y cremosa, con un sabor único y un color verde intenso.
Té matcha en polvo
¿Cómo preparar tu té matcha?
Té matcha caliente
Calienta agua hasta que llegue a los 80°C.
Enjuaga el bol varias veces con agua caliente para limpiarlo.
Agrega una o dos medidas de té matcha con la cuchara medidora.
Mide 150 ml de agua caliente y añádela al bol.
Utiliza la escobilla batidora para diluir el té matcha con movimientos enérgicos, que no sean circulares, durante unos 30 segundos.
¡Tu té matcha está listo!
Té matcha con leche
Calienta unos 75 ml de leche, sin que llegue a hervir.
Prepara el té matcha con 75 ml de agua caliente y removiendo con la escobilla de batir.
Vierte la leche caliente poco a poco sobre la taza con el té matcha disuelto en agua, removiendo con la cucharilla de matcha.
Si quieres espuma, puedes usar un batidor eléctrico con leche caliente durante unos segundos y verter la espuma resultante sobre la taza con el té matcha y la leche. Las bebidas vegetales hacen menos espuma que la leche de vaca, pero el sabor será igual de bueno.
¡Tu té matcha latte está listo!
Té matcha frío
Añade 20 ml de agua y agrégala al bol junto con el té matcha en polvo.
Mezcla con la escobilla hasta que quede diluido y con espuma.
Agrega 175 ml de agua fría y 2 o 3 cubitos de hielo.
Mezcla todo en una coctelera o vaso con tapa.
Si lo quieres un poco más frío, deja en el congelador durante unos minutos y luego vuelve a agitar en el vaso con tapa.